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‘Todo baila’ por Víctor Molina (versió per a nenes i nens)

‘Todo baila’ por Víctor Molina (versió per a nenes i nens)

Text i idees per a treballar i explicar a nens i nenes les tres obres d’Aracaladanza: Pequeños Paraísos, Nubes y Constelaciones

 El teatro.

Antes de que digamos algunas palabras sobre los tres espectáculo que la compañía Aracaladanza nos mostrará en esta ocasión, hablemos un poco sobre el espacio. El espacio tiene muchos aspectos, y muchas dimensiones. Pero, ya que estamos en un teatro, podemos aprovechar esa situación para decir algo sobre el tema del espacio en el teatro, que es muy importante. Además, como todos sabemos, la danza necesita siempre de un espacio.

Podríamos centrarnos en la peculiar forma en el que está organizado el espacio dentro de un teatro. Espacio es una palabra un poco curiosa, porque tiene dos sentidos diferentes que quizá algunos de vosotros reconoceréis. La palabra espacio significa separación. Como la distancia (la separación) que hay entre el lugar donde están los bailarines bailando y el lugar donde estamos nosotros, sentados como público. Pero espacio también significa amplitud. Como ese espacio abierto que llamamos “escenario”, y que suele estar delante, en la parte frontal de la sala de teatro.

 Espacios llenos de movimientos y de miradas

Durante una función de danza, estos dos tipos de espacio están además llenos de cosas diferentes. La amplituddel escenario se llena con el movimiento de los bailarines. (Aunque también se llena con los vestuarios, los objetos que se utilizan, e incluso con el color de la luz y las sombras proyectadas por los objetos.) Mientras que la distancia que hay entre nosotros y el escenario se llena con nuestras miradas. Nuestras miradas atraviesan el espacio como fuerzas invisibles, y crean una especie de red, o de telaraña de miradas, con la intención de atrapar lo que se mira.

El baile de la mirada

La danza pone en movimiento nuestras miradas. Cuando seguimos el movimiento de los bailarines que van de un lado a otro del escenario, nuestras miradas también se mueven. Por eso se puede decir que, de algún modo, la danza también hace bailar nuestros ojos.

 El espacio parece que respira

Bailan nuestros ojos, pero, ¿baila también el espacio del teatro?Sabemos que cada vez que alguien baila en el escenario, el espacio se modifica. A veces los bailarines están delante del escenario, y a veces atrás. A veces están a la izquierda y a veces a la derecha. Se mueven de un lado a otro, sin parar. Y por tanto, el espacio se va poblando de un lado y se va despoblando del otro. Se ve a ratos muy lleno, y a ratos casi vacío. Como cuando en una calle pasa gente a horas distintas, y la calle parece que va respirando diferente a horas diferentes. Así el escenario. Parece respirar o bailar diferente en momentos diferentes. Aunque físicamente se queda en el mismo sitio, de algún modo el propio espacio baila cuando alguien baila en él.

 Todo baila

En realidad, la danza pone a bailar todo lo que toca. Pone a bailar nuestras miradas, pone a bailar el espacio. Pone a bailar la luz. Y si pone a bailar la luz, también pone a bailar las sombras. Las sombras se hacen pequeñas y se hacen grandes cuando los objetos se mueven. En ciertos casos las sombras se concentran y a veces en cambio se desvanecen; en ocasiones las sombras se multiplican, y por momentos toman formas caprichosas. Dos manos unidas, por ejemplo, pueden tener en su sombra la forma de una paloma con las alas abiertas. Y la sombra de una sola mano puede ser mucho más grande que la sombra de seis o siete cuerpos juntos. De modo las sombras bailan delante nuestro.

Todo baila en el escenario. Bailan las cosas. Y bailan los vestidos. Y si aparecen nubes en el escenario, esas nubes también bailan. Lo mismo sucede con los paraguas o con los sombreros, si es que aparecen paraguas o sombreros en la escena. Todo se mueve, y todo se modifica. Y, al parecer, se deleitan modificándose, porque no paran de cambiar de forma.

 

Ahora hablemos de los tres espectáculos que Aracaladanza presenta.

 PEQUEÑOS PARAÍSOS

(Del 26 al 30 de Diciembre del 2014, y del 2 al 4 de enero del 2015)

Comencemos con una adivinanza. Como sabéis, las frutas tienen las semillas en su interior. Están dentro del cuerpo de cada fruta. ¿Pero recordáis qué fruta lleva sus semillas fuera, en la superficie? Pues sí, es la fresa. Esta fruta tiene  sus semillas pegadas a la piel. Las fresas son las únicas frutas que muestra sus simientes en el exterior.

Ahora bien, también sabéis que los sueños están en nuestro interior. En el mundo de la fantasía y de la imaginación. Pero, con frecuencia, el teatro y, sobre todo, la danza intentan poner los sueños fuera, en el exterior. En este espectáculo, por ejemplo, titulado Pequeños paraísos,encontramos imágenes que existen en los sueños. Son sueños puestos fuera, como las semillas de las fresas: pequeños sueños colocados en el escenario.

Todo lo que vemos aquí está inspirado en lo que imaginó un pintor holandés llamado Hieronymus Bosch (como nació en una ciudad llamada Den Bosch, a él lo llamaban así: El Bosch).  Sus cuadros están poblados de imágenes que parecen sacadas de un sueño. Una de sus pinturas más conocidas se titula El jardín de las delicias.  La pinto hacia el año 1500, hace más de quinientos años. Es muy curiosa. En ella podemos ver un enorme jardín poblado de sueños. Donde los animales, las plantas, los objetos y los humanos viven como si tuvieran el mismo tipo de vida. Como si entre ellos pudieran comunicarse, o, incluso, como si pudieran compartir un único cuerpo. Por eso en ese cuadro encontramos seres híbridos, cuerpos mezclados. Seres que tienen una parte de animal y una parte humana. Tienen cabeza de pez, por ejemplo, y piernas de un ser humano. Hay también seres que son un poco vegetal y un poco animal;  seres que son un objeto de uso cotidiano (por ejemplo un cuchillo) pero con orejas y pies de humano. Son fantasías. Son sueños.

Por eso, en este espectáculo vemos a veces vestidos que parecen un poco abanicos y un poco flores, que giran al bailar. Y vemos del centro de esos vestidos salen unas caras blancas, como si fueran los estambres o los pistilos de una flor. Hay también pájaros de color rosa, algo parecidos a los flamencos, pero con algunas plumas que parecen antenas de caracol.

En el escenario vemos títeres de periódicos. Pero también vemos hombres que tienen cuerpo de papel de periódico. Son hombres-diarios que viajan cargando bolsas de plástico, como si fueran grandes bolsas de basura, en el que quizá llevan papel para reciclar. También hay bailarinas que se visten con las noticias de un periódico. En estos Pequeños paraísos llueven noticias en forma de trocitos de periódicos. Porque todo es aquí como pequeños sueños que caen no noche a noche, sino día a día.Como nos llegan los periódicos, día a día. Son sueños que se sueñan afuera, como semillas del escenario. Como semillas de fresas de un paraíso.

 

NUBES

(Del 8 al 18 de Enero del 2015)

Ahora digamos algo sobre este espectáculo que se titula Nubes. Está inspirada en los cuadros del pintor René Magritte. En los cuadros de Magritte aparecen muchas nubes, pero siempre en lugares insospechados. Las vemos por ejemplo cruzando la puerta de una habitación de una casa familiar, como si ahí vivieran. Las encontramos metidas en una botella, como resguardándose apretujadas de la intemperie; o vemos nubes que se acomodan sobre una copa de cristal, como si supieran que se convertirán en agua de lluvia y tuvieran de ese modo la posibilidad de recoger su líquido en la copa.

En algunos de sus cuadros, René Magritte invierte las formas de las cosas. A veces, por ejemplo, pinta personas que tienen aire en lugar de cabezas. Como si sus cabezas fueran invisibles, o como si fueran de humo. Y en lugar de pintar palomas en el cielo, Magritte pinta cielos en el cuerpo de las palomas. De hecho, inventa palomas de cielo, de modo que, cuando esas palomas quieran volar, deberán ir hacia sí mismas, hacia su propio cuerpo, porque ellas son el cielo. También Magritte pinta lluvias. Pero sus lluvias no son de agua, sino son lluvia de hombres vestidos con el mismo traje y con el mismo tipo sombrero. Y en lugar de caer hacia la tierra, como caen las gotas de lluvia, todos esos hombres-lluvia van hacia arriba, rumbo a las nubes.

Las nubes del arte contemporáneo

Hay artistas que inspirados en las pinturas de Magritte, han podido realmente crear nubes artificiales dentro de habitaciones. Lo ha conseguido hacer, por ejemplo, un artista holandés llamado Berndnaut Smilde. Pero las nubes que este artista holandés  recrea en un espacio interior, se mantienen muy poco tiempo en el aire. Por eso no es posible usarlas para bailar con ellas en el escenario. Se desvanecen en segundos. Así que, para poner nubes en esta pieza, nubes que se mantengan más tiempo para poder bailar con ellas, se construyen con materiales más sólidos, con plásticos, con globos, con paraguas… , o con juego de luces. En el espectáculo hay muchas formas en que aparecen nubes.

Todo juega y cambia de forma

Y por estar inspirada en las pinturas de Magritte, en esta pieza de danza todo juega a tener formas distintas. La obra juega con todo, haciéndolo bailar. Juega con sombreros y con plásticos, juega con globos y con mesas, baila con escobas y con puertas. Todo se pone a bailar en la escena. Y todas las cosas se desplazan sin parar de un lado hacia el otro, y de éste hacia el contrario, porque, como en los cuadros de René Magritte, todo aquí es espacio que se modifica, como las nubes, en la danza todo son formas que se modifican.

Este espectáculo nos recuerda que todo puede ser danza. Todo puede ponerse a bailar. Aunque sea en sueños. O en la imaginación.

 

CONSTELACIONES

(Del 20 al 25 de Enero del 2015)

Constelación es una palabra que significa “conjunto de estrellas” (Con + stelas). Y este espectáculo se llama así, Constelaciones, porque todo lo que aparece aquí tiene el aspecto de cielos y de estrellas. Como sabréis, las constelaciones del cielo tienen vida propia. Y resulta que estas Constelaciones de danza también tienen vida autónoma.

Este espectáculo está inspirado en las obras del pintor Joan Miró. En realidad, Joan Miró no sólo era pintor. Era también escultor,  grabador, ceramista, y, además, hacía bellísimos telares.  Por ese motivo vemos en este espectáculo ovillos de hilos de colores, y también telas y telares. En este espectáculo a veces se baila sobre las telas, pero a veces son las propias telas las que se ponen a bailar.

Sobre una superficie azul, las manchas de colores pueden parecer estrellas. No lo son, pero pueden parecerlo. En algún momento podemos ver a unos bailarines disfrazados de manchas rojas. Unas manchas como embarazadas. Y con un embarazo tan avanzado que pronto deberían dar a luz lo que llevan dentro. Como si esas constelaciones de manchas de color fueran a expandirse repentinamente, o a multiplicarse.

En otro momento se presentan diversas manchas negras que también parecen estrellas lejanas. Son manchas con formas caprichosas sobre las que los bailarines bailan. Como si los bailarines (que también van disfrazados de manchas negras) tuvieran que llevar su propia mancha para bailar. Desde una distancia, todo puede parecer estrellas

Encontramos, por ejemplo, un tipo de constelaciones de seres que parecen insectos. Las arañas, por ejemplo, pueden parecer estrellas en un dibujo. Por eso, en las pinturas de Miró, también los seres-insectos parecen estrellas lejanas. Constelaciones de seres vivos. Por eso, entre esos seres vivos, aparece, en este espectáculo una mariposa que lleva en sus alas un mundo de estrellas. Como si la propia mariposa fuera también otra constelación.

Además, en Constelaciones todo tiene los colores con los que trabajaba Joan Miró: el rojo, el amarillo, el azul, el verde, y el negro.  Según Miró, la propia pintura es como un cielo, y sus figuras como estrellas. Muchos de sus cuadros parecen constelaciones. Del mismo modo que en este espectáculo, inspirado en su obra, todo superficie quiere parecer cielo,  y toda figura una estrella.

 

 Víctor Molina