“You can only search your roots through poetry and knowledge. (…)
I believe that we are in the same family,
when we share the same reactions to and intuitions of the world”.
(Édouard Glissant)
El poeta y ensayista Édouard Glissant percibe la colisión entre las culturas como un terreno fructífero para relaciones. Su concepto de criollización revela el cambio perpetuo donde estamos sumergidos como seres humanos, a la vez que propone relacionarnos desde una singularidad: entregarnos al intercambio con el otro, pero sin dejar de ser uno mismo. Ser simultáneamente múltiple y ser uno. De una manera muy clara orthopedica corporatio abraza esta multiplicidad de singularidades, partiendo de seis intérpretes de edades y precedencias varias. Pero ante todo cada bailarín trae consigo —en su cuerpo— una poética propia, una cultura distinta en cuanto a la danza, algo que engloba varias maneras de entender la danza contemporánea, pero también rastros de ballet, danza teatro, trapecio, Taichí, Qi Gong, clown o trabajo de máscara.
Para generar los espacios de colisión entre las danzas, Marina Mascarell propone una aproximación al cuerpo desde una audacia física, no relacionada a la fuerza o velocidad, sino justamente enfatizando la voz propia del cuerpo que baila. Ella propone habitar al mismo tiempo la intriga que genera una pauta (de movimiento) y la singularidad del propio cuerpo. Pide hurgar en el archivo personal de técnicas aprendidas, de repertorios bailados, de experiencias corporales y de percepciones somáticas que cada bailarín lleva consigo —a la vez que la tarea de movimiento en cuestión propone lo desconocido que llama al proceso creativo—. En esta acción de componer a partir de los performers resuenan fuertemente las experiencias propias de Marina como bailarina. En sus obras se remueve el cuerpo al servicio del tema de la coreografía.
En orthopedica corporatio, por lo tanto, se generan “especies de espacios” de criollización entre los bailarines, pero también entre cuerpos y objetos. De hecho, los objetos son absolutamente centrales en casi todo el trabajo de Marina Mascarell, empezando por los objetos cotidianos de sus primeras piezas —200 quilos de lentejas o 50 cajas de cartón—, seguido por objetos inteligentes diseñados específicamente para las necesidades coreográficas, como barras de metacrilato, piezas de fieltro de distintas densidades o hinchables ultraligeros confeccionados con tela de paracaídas.
Los objetos de orthopedica corporatio fueron encontrados en las afueras de dos pequeños pueblos de Tarragona y Gerona, los lugares de residencias artísticas de la creación de esta obra. A pesar de ser abandonados y desgastados —o tal vez justamente por eso— son las formas y texturas de esos objetos que invitan los bailarines a relacionarse y a descubrir distintas realidades materiales. La humildad del atrezo remite al arte pobre (arte povera), el movimiento artístico surgido en Italia mediados de los años sesenta, basado en objetos que aparentemente carecen de valor comercial, pero cuyo potencial reside en las características físicas, en el “cuerpo” de esos mismos objetos.
El objeto en orthopedica corporatio, por un lado, es un compañero-performer que propone una danza desde su propia naturaleza. Incluso llega a fusionarse con el cuerpo que baila, como describió Marshall McLuhan el uso de las herramientas —desde un bolígrafo o unas tijeras hasta un teléfono móvil— que el cerebro entiende como extensiones del cuerpo que las maneja. Por momentos durante la coreografía se debilita el orden jerárquico de las categorías ‘humano’ y ‘objeto’.
Por otro lado, el objeto también revela la dificultad: bailar con un tubo gigante o con una caña delicada, como parte del cuerpo, desmonta la lógica corporal ya que deconstruye los patrones y movimientos automatizados. Así el objeto también es una especie de muleta, algo que estimula un movimiento ortopédico. La palabra ‘ortopedia’ apareció en el siglo XVIII, en el libro del médico francés Nicolas Andry titulado “Ortopedia o el arte de prevenir y corregir en los niños las deformaciones del cuerpo”. Curiosamente uno de los grabados del libro es la imagen de un árbol que crece guiado por unas cuerdas sujetadas a un palo, que intentan enderezar su tronco torcido. De una manera parecida a los métodos conservadores de ortopedia, las distintas técnicas de danza han ‘enderezado’ durante años los cuerpos que bailan. Por este motivo, la dificultad de movimiento que ofrecen los objetos abandonados-ortopédicos también funciona como una deconstrucción de la danza. Al subvertir las lógicas corporales atravesándolas con los objetos-muletas, aparece una poesía nacida del dinamismo de los encuentros constantes. orthopedica corporatio insiste en relaciones singulares, antes sepultadas bajo las deformidades sociales y las convenciones culturales.
El espacio de la danza también se altera por el objeto, se descompone por la acumulación de objetos. Ahora es de suelo móvil, su tierra es escurridiza; vive un cambio constante. El paisaje sonoro añade una corporalidad más al entorno, cuando una presencia polifónica construye la textura auditiva espacial, de carácter envolvente.
orthopedica corporatio fantasea sobre los mundos posibles en una ciencia ficción generada por los objetos abandonados low-tech, que se relacionan con los cuerpos high-tech de danza; cuerpos hipersensibles, que hacen eco a la hiper-empatía imaginada por Octavia Butler como una capacidad extrema de vivir corporalmente con lo que el otro está sintiendo. ortopedica corporatio propone estar juntos desde una familia poética; una agrupación armónica de perspectivas vitales múltiples. Los cuerpos que bailan son porosos, preguntan ansiosamente si otra manera de relacionarnos es posible.
Riikka Laakso
VIDEOGRAFÍA
https://www.youtube.com/watch?v=KaCjKiW6A44 (Sonic Meditation No.14 – Tumbling Song – Pauline Oliveros)
https://www.youtube.com/watch?v=p4Uol0ZjDYI (Teaser, Blab, Sonja Jokiniemi, 2018)
BIBLIOGRAFÍA
Giorgio AGAMBEN (1990), La comunidad que viene. Valencia: Pre-Textos, 1996.
Octavia E. BUTLER (1993), La parábola del sembrador. Madrid: Capitán Swing, 2021.
Édouard GLISSANT (1990), Poética de la relación. Bernal: Universidad Nacional De Quilmes, 2018.
Riikka LAAKSO (ed.), Paragrafias Marina Mascarell. Corporeizar el pensamiento. Barcelona: Comanegra, Mercat de les Flors, Institut del Teatre, 2021.
André LEPECKI, Idiorítmia o en l’esdeveniment d’una trobada. Barcelona: Arcádia & MACBA, 2018.
ENLACES DE INTERÉS
https://www.revistapausa.cat/la-veu-del-cos-que-dansa/ (Artículo, Bojana Kunst, “La veu del cos-que-dansa”, Revista Pausa., Barcelona, 2019)
https://www.youtube.com/watch?v=hBfSKmo0mPQ (Trailer – Edouard Glissant: One World in Relation, documental, 2010)
https://www.instituthumanitats.org/ca/multimedia?search_api_fulltext=filosofia+enfront+de+l%27ecocidi (Filosofia enfront de l’ecocidi, Conferencias de CCCB, audios)
https://www.filmin.es/pelicula/spaceship-earth (Matt Wolf: Spaceship Earth, documental, 2020)
https://www.filmaffinity.com/es/film826016.html (Silent Running, película de ciencia ficción, 1972)