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Narrar la dansa (per diversos espectadors)

Narrar la dansa (per diversos espectadors)

El passat 19 de març va tenir lloc la tercera sessió de “Narrar la dansa”, un mini cicle dins el taller d’espectadors que ha volgut explorar diferents aproximacions a la dansa. El teòric i crític francès Jean-Marc Adolphe ho va fer a partir de la memòria i el record de la seva biografia com a espectador; Jaime Conde-Salazar, performer i teòric de l’art, va preparar una aproximació a la dansa des del cos i els sentits; i Omar Khan, periodista i director de la revista Susy-Q Danza, va exposar alguns conceptes bàsics sobre la crònica periodística, la crítica de dansa i la seva funció als mitjans de comunicació. Al final de la sessió, va plantejar un exercici pràctic als espectadors del taller al voltant de l’espectacle de Cuqui Jerez (El fenómeno de las fuerzas ficiticas), inclòs a la programació de la 3a edició del taller d’espectadors.

Abans de posar-se a escriure, Omar Khan va parlar de certes disposicions i decisions a prendre. Cal buscar un estil propi (que no s’aconsegueix el primer dia) i un enfoc des d’on abordar l’escriptura. “No es pot ensenyar a opiniar”, això és quelcom que s’hi arriba des de la mateixa pràctica personal. I cal confiar en les pròpies emocions: “Si t’has avorrit en un espectacle, cal preguntar-se per què: investigant les emocions generades, alguna conclusió podràs treure.”

A continuació els textos originals dels participants:

Trayectorias en caída libre

Como una lluvia incesante, los cuerpos atraviesan el espacio dibujando trayectorias que solo dejan rastro en el recuerdo. Cuerpos que voltean sobre sí mismos mostrando sus posibilidades geométricas; cuerpos que cortan el aire al mismo tiempo que se alían con él para desafiar la inevitable caída, en sus ansias de ingravidez; cuerpos que se resisten a tomar tierra y se rebotan tomando nuevos impulsos que, finalmente, abandonan; cuerpos que despliegan sus encantos en el aire para acabar abrazando amorosamente su destino. Con este espectáculo, Cuqui Jerez nos ofrece la posibilidad de re-(crearnos) en este fascinanate e hipnótico “caer” al que estamos todos sometidos. Vaporosos, punzantes, aéreos, coloridos, pesantes, brillantes… La gravedad, implacable, los atrae, los recoge, los acoge y les da un lugar en la tierra, obteniendo como resultado un paisaje lunático, de cuerpos inertes, esperando la pisada del hombre. En este decorado final, la historia está por empezar!

Carme

Presto agitato de un sueño

La música de Beethoven acompaña a The project Dream de Cuqui Perez. La actuación de los objetos lanzados al ritmo del tercer movimiento “presto agitato” de “Al chiaro di luna” nos dejo entretenidos a algunos y aburridos a otros. No deja de ser una instalación artística en movimiento, con una de las constantes propias de Cuqui Jerez, la Repetición con diferentes objetos, en esta pieza hubo repetición por partida doble, con la música y con los objetos lanzados. Si usted es de los que va buscando emoción en un espectáculo de danza, por favor no vaya a ver éste. Saldrá decepcionado. En éste encontrará, eso sí, puro intelecto, empezando por la fase de “me están tomando el pelo”, pasando por la de “aquí no bailara ni Dios”, a la de “contentemos con la contemplación”, solo hay, puro intelecto. Es un espectáculo que no pasa nada fuera de nosotros, solamente objetos cotidianos lanzados contra el aire del escenario. Hueveras, globos, mochos, guantes, rollos de papel higiénico, libretas, pelotas, perchas… objetos cotidianos que hacen su propia rotación sobre sí mismos. Por el contrario, en nuestro interior, la asociación de ideas funciona y los mochos lanzados sobres hueveras a mi me parecieron gallinas, y las plumas peces de colores, así como la purpurina en paracaídas me hizo pensar en el baile de los objetos que al moverse fuera de su cotidianidad adoptan la luminotecnia que tienen los objetos en un sueño al ritmo de un presto agitato.

Teresa

 La ruptura del hábito para hacer las cosas diarias, el pensamiento lateral y la hipnosis

Cuqui Jerez tiene la capacidad de “volver a hacer sensibles las cosas sensibles” de abrir nuestra parte inconsciente, y de hacer que nos dejemos llevar a un sueño ridículo que nos da risa. La coreógrafa nos hace entrar en una hipnosis donde podemos ver las mismas cosas volar por el aire sin cansarnos, porque todas las veces encontramos un detalle diferente, porque la repetición nos permite ver – al detalle – cada uno de los movimientos de los objetos voladores. También nos muestra una multiplicidad insólita de hacer las mismas cosas de mil maneras diferentes, el orden para romperlo, la rutina para improvisar, la lista para desordenarla, y la repetición como herramientas para ejercitar el pensamiento lateral. La muestra “Espacios para visitar con lupa” tiene todo que ver con estas ideas, con muchas formas de expresarse sobre el movimiento, con diferentes direcciones, en un mismo espacio de papel. Creo que el concepto de *The Dream Project* como una colección de arte, es muy oportuno, y me parece que abre un espacio de trabajo artístico interdisciplinario que tiene múltiples oportunidades de ampliarse.

 Anita

Un buen vuelo

 Estamos en la Sección Irregular del Mercat de les Flors, o sea la programación más extrema de la sala, ya saben, la más fronteriza, experimental… Cuqui Jerez presenta “El fenómeno de las fuerzas ficticias”. Echemos una mirada rápida a la wikipedia a cada una de estas palabras. Fenómeno: el aspecto que las cosas ofrecen ante nuestros sentidos. O sea, olvidémonos de la mente, dejémonos llevar, “cancelar la psicología”, leo en el programa de mano. Fuerzas: todo agente capaz de modificar la cantidad de movimiento. O sea, el disparador, en nuestro caso, la performer Cuqui Jerez (y un par de ayudantes, me entero después) que se tiran los 55 minutos de la pieza lanzando centenares y centenares de objetos sobre el escenario, cosas cotidianas, algunas parecen salir directamente del chino (planchas de porexpan, hueveras) otras son fruto de un trabajo de chinos (mini paracaídas que sueltan purpurina, globos con peso dentro de vuelo extraterrestre), que crean imágenes maravillosas, estelas del movimiento. Y por último Ficticias: fingido, imaginario o falso. Y es que los perfomers están ausentes, hay que imaginarlos detrás de una enorme cortina. Y todo esto regado con una sonata de Beethoven en loop. Un pedazo de vuelo!

Miquel

 El Mercat de les Flors ya no es La Casa de la Danza

Los aficionados cinéfilos sabían, hace unos años, que podían acudir a los Cines Verdi sin necesidad de conocer la película de antemano. Estaban seguros de acertar. Hasta hace poco, acudir al Mercat de les Flors era garantía de disfrutar de un buen espectáculo de danza, pero de un tiempo a esta parte ha dejado de ser así. Esta temporada llevamos ya más de un espectáculo que no puede considerarse danza, desde el deporte con personas con discapacidad visual de noviembre hasta la performance del pasado sábado. Si estamos de acuerdo en que danza implica presencia de  cuerpo humano, se desmiente toda hipótesis que la performance presentada en el Mercat de las Flors pudiera englobarse en la categoría de la danza. Presenciar un lanzamiento continuo de los más diversos objetos, desde colchones de playa hasta rollos de papel higiénico al son del mismo fragmento de música repetido hasta la saciedad, no puede considerarse danza, máxime si se presume que la lanzadera se trata de una máquina. A partir de ahora, conviene informarse acuradamente antes de sacar una entrada para el Mercat de les Flors. La propuesta pudiera o no valer la pena, no era danza.

Teresa

Volar era esto

No es Cuqui Jerez una artista de las que se lo ponen fácil al espectador. Más bien todo lo contrario. Por eso, abordarla desde la docilidad de la mirada es un error. Ella explora a consciencia el inmenso poder del arte como renovador de la percepción y le da otro sentido a las cosas. El sentido que para ella tienen. Algo así ocurre con El fenómeno de las fuerzas ficticias, estrenado en el Mercat de les Flors el 19 de marzo junto a la instalación Espacios para visitar con lupa. Ambas integran The Dream Project, una colección de 15 piezas que está desarrollando desde 2013, y en las que experimenta sobre cómo trabajar y cómo producir. Cuqui Jerez juega desde el inicio con las expectativas de un público que asiste a una lluvia de objetos lanzados desde detrás de un telón lateral. Perchas, rollos de papel higiénico, cartones de huevos, vestidos, pelotas, pajitas, colchonetas de playa, y un sinfín de objetos cotidianos danzan por los aires al son de una composición musical (Beethoven) que se repite hasta la extenuación. En el transcurso de ese baile cabe la ironía, el juego y la ensoñación. Y también el aburrimiento, no nos engañemos. Pero sólo aparece cuando buscamos la lógica de lo que estamos viendo: ¿por qué vuela una colchoneta en un escenario? Y es que el valor de su trabajo radica precisamente ahí: en el desconcierto, en la sacudida, en el absurdo como crítica a la postura acomodaticia de nuestra mirada. Estaremos pendientes del próximo reto.

Virginia

Cuqui Jerez: el movimiento por el movimiento 

El trabajo de la artista multidisciplinar Cuqui Jerez en su pieza “El fenómeno de las fuerzas ficticias” decodifica la fenomenología del movimiento.  No somos movidos si no somos empujados, ya sea por un anhelo propio o ajeno, o por una fuerza externa poderosa, verbigracia, la gravedad. Asimismo, este movimiento tendrá una forma u otra en función de otros factores, como el peso, la forma, la materia, el espacio. La pieza provoca un estado de contemplación en el que se comienza por la visión de objetos que son lanzados sobre el escenario, a la luz de la conciencia del ascendente que sobre ellos ejercen todos estos  factores, para llevarnos a la abstracción hipnótica de la forma del propio movimiento que evoca figuras, sin preguntas, sin respuestas: el movimiento por el movimiento. Todo ello, en un espacio desnudo con una poesía circular de ritmo trepidante. Esta pieza viene acompañada de una instalación, “Espacios para visitar con lupa”, donde la forma va intrínsecamente unida al sentido de las palabras. Cuqui Jerez, entre una pieza y la otra, abre un espacio imaginario para meditar sobre la representación del movimiento.

Mar