La sexta edición del Festival Africa Moment abre sus puertas y se afianza como una cita indispensable de la programación cultural de Barcelona. Ofrece un abanico amplio de creaciones y espacios de reflexión en torno a las performatividades contemporáneas provenientes de África y de sus diásporas. Elaborar encuentros, generar puentes, propiciar oportunidades de producción y de exhibición fuera del territorio de origen, dar visibilidad a los cuerpos y, cada vez más, a las voces calladas por la colonización son unos de los múltiples valores añadidos de Africa Moment.
Entre las tres obras del festival que el Mercat de les Flors hospedará, quizá podamos destacar dos puntos en común: el hecho de encarnar a figuras de cuerpo desmaterializado y el deseo de escudar los cambios de paradigma que nuestra civilización está atravesando.
‘Kolochi Baw’ es la primera de las obras. Producida desde Bamako (Mali), la dirige y coreografía Aïda Colmenero Dïaz, directora del festival. La creación se pudo desarrollar en parte gracias al prestigioso Pina Bausch Fellowship for Dance and Choregraphy otorgado a Colmenero en 2021. ‘Kolochi Baw’ (o ‘Los guardianes’ en bambara) reúne a cinco intérpretes de nacionalidades diferentes (Mali, Senegal, Costa de Marfil, Ruanda) y encarna las manifestaciones vibratorias y sonoras relacionadas con los sacrificios humanos que se hayan podido efectuar en algunas edificaciones de envergadura, con el fin de asegurarles un porvenir exitoso. Un acontecimiento mítico alimenta esta pieza: según la leyenda, durante la construcción de la magnífica ciudad de Djenné y su Gran Mezquita se realizó un sacrificio, el de la joven más bella del pueblo, que fue enterrada viva en el barro de las murallas, convirtiéndose así en uno de los eternos guardianes de la ciudad. Las imágenes de la performance que nos han llegado nos auguran un espacio escénico en penumbra, con sonidos fantasmagóricos emitidos por los mismos intérpretes y que despiertan en el receptor respeto y fascinación; podemos imaginar a los intérpretes formando un coro de cuerpos y voces sin tiempo, cuya harmonía se produce en la libre yuxtaposición de sus individualidades. La anécdota de partida resuena con el fuerte compromiso de Colmenero por lo femenino y su indudable postura feminista (nos acordaremos de su proyecto multimedia y multidisciplinar ‘She Poems/Ella Poema’). A nivel experimental, la aproximación del sonido como gesto o elemento de fisicalidad es un campo que ofrece todavía mucho por explorar, y cuya implementación seguramente sirva la inmaterialidad de las figuras de la obra o la propagación de voces sin tiempo que retumban en las paredes de un espacio sagrado.
En su tesis doctoral ‘VOIC(e)SCAPES · Experiencias y potencias de la voz, el lenguaje y la tactilidad en la escena actual de la danza’, Ixiar Rozas Elizalde resaltaba que:
«En las prácticas escénicas que nos ocupan, la voz se convierte en un entre, en mísil corporal que recorre la distancia que existe entre el/la creador/a y el/la receptor/a. Mediante la descomposición de la voz, que en algunos casos va acompañada de la deconstrucción del lenguaje y de la activación de un cuerpo desapegado, estos creadores generan una suerte de despersonalización que nos llevan a una antesala, a un umbral: emerge aquí lo impersonal, la tercera persona que pensadores como Esposito relacionan con el concepto de vida y sitúan entre lo animal y lo humano. […] En el umbral en el que nos hemos situado se produce unatemporalidad suspendida pero también la espacialidad se suspende en el no-lugar de las palabras. Una vez desenfocadas, mirada y escucha dejan de ser centrales, se entrelazan con el sentido del tacto y caen en todo nuestro cuerpo. […] Una subjetividad en la que la sonoridad de la voz y su tactilidad activan nuestro cuerpo vibrátil. […] Estamos en el puente entre lo visible y lo no-visible, entre lo audible y lo no-audible. Podemos reaprender lo invisible y las sombras, retomamos nuestra relación con lo efímero y lo que desaparece»
‘Cherred Lies (Mentiras aplaudidas)’ de Panaíbra Gabriel Canda (Mozambique) es la segunda obra acogida por el Mercat de les Flors. En escena, cinco intérpretes (tres performers y dos músicos) para reflexionar sobre las formas con las que manipulamos nuestros relatos hasta que ya no sepamos distinguir las noticias falsas de los acontecimientos reales. Este trabajo se alimenta tanto de las biografías de los intérpretes como de acontecimientos políticos que atreviesen la Historia y que el director ha necesitado denunciar. El material gráfico que nos ha llegado anuncia la utilización de proyecciones que parecen replicar, en pantalla, cuadros que ocurren simultáneamente en vivo pero en los que la apariencia de los performers o la estética de la escena estarán alteradas –un uso de “mise en abyme” que quizá permita ilustrar cómo los medios de comunicación y los avances tecnológicos intensifican la perversión de la imagen para difundir una recreación disfrazada o distorsionada de la realidad, es decir una corrupción del presente y del futuro. Viajando entre lo micro y lo macro, ‘Cherred Lies’ parece diferenciarse de otro espectáculo de Gabriel, ‘The Marrabenta Solos’ (2010), superando el tema de las fricciones culturales como herencia identitaria colonial, para desarrollar una crítica política más global.
‘Smeer’ llega de la mano de Trixie Munyama, una de las mayores creadoras y agitadoras ideológicas del panorama de las artes contemporáneas de Namibia. En una entrevista acordada en 2021 con el Teatro Nacional de Namibia, la autora compartía que actualmente apuesta por las artes contemporáneas como medio para liberarse de formas de expresión establecidas, y propiciar la aparición de nuevos lenguajes artísticos o posicionamientos en el mundo.
«El arte de Namibia se inspira del teatro africano, el cuento, la pantomima, etc. Concebir el arte de manera holística hace que pueda explicar mejor mis historias. […] Podemos contar las historias de formas diversas, más allá de la forma tradicional occidental. Creo que ya es hora que nos pongamos a contar nuestras propias historias y las problemáticas sociales a través de nuestro trabajo. Es nuestro deber como artistas. […] En las artes performativas, ya somos capaces de comprometer al público con verdaderas reflexiones, no solo divertirlo»
‘Smeer’ sin duda sigue el leitmotiv de divulgación, docencia y creatividad de Trixie Munyama. A través de esta obra, el público presencia un ritual de curación que lo transporta al encuentro entre progreso –al cual las sociedades contemporáneas aspiran–, referencias tradicionales, paranormales o patriarcales; tal vez un rito de paso o, más bien, un ejercicio de cohabitación entre lo que heredamos del pasado y lo que estamos adquiriendo en el presente; dos bagajes que suelen entrar en fricción en momentos de cambio de civilización, hasta que consigan cohabitar, difuminarse o fusionarse –o por lo menos renovar hábitos y creencias.
Muchos de los artistas invitados por el festival pasaron por las aulas de L’École des Sables (Senegal), Centro Internacional para las Danzas Tradicionales y Contemporáneas de África, fundado y codirigido por Germaine Acogny –Trixie Munyama y Aïda Colmenero fueron unas de sus discípulas. Actualmente, la escuela está recibiendo una visibilidad internacional incrementada por la producción (compartida con la Fundación Pina Bausch) de la nueva reposición de ‘La consagración de la Primavera’, un espectáculo exigente en técnica corporal y coreografiado con los códigos occidentales de Pina Bausch, pero que cuenta ahora con un elenco formado únicamente por artistas del continente africano. En preámbulo a la pieza, Germaine Acogny y Malou Airaudo (primera bailarina del montaje original) decidieron incluir ‘Common Ground[s]’, un dúo casi no bailado, en forma de instalación performativa, similar a un rito animista de alianza cultural entre Europa y África, o un ritual de protección para que nada obstaculice el cometido místico del montaje nuevo. ¿Es posible que esta forma poética se replique en las obras del festival programadas por el Mercat de les Flors?
En Occidente, recurrir al realismo mágico (concepto que diferencia de lo real maravilloso definido por Alejo Carpentier) no es novedoso; ambos procedimientos dramáticos, en los que lo anormal o lo paranormal cohabitan sin extrañeza con lo común, se nutre a menudo de simbología y referencias reconocibles por parte del receptor, lo que facilita una aceptación lúdica de lo narrado. En la puesta en escena, el recurso dancístico ayuda al creador a abstraerse del yugo del lenguaje verbal; los avances filosóficos y/o tecnológicos permiten también desarrollar configuraciones de la realidad no preestablecidas. Será interesante descubrir las formas poéticas con las que los artistas habrán corporificado lo inmaterial y su efecto en el espectador.
Llevar a la escena performatividades hibridadas de ingredientes místicos o espiritistas no debería dejar indiferente, siendo al menos una oportunidad de renovación del imaginario. Sin embargo, los valores heredados de la Ilustración influyen sobre nuestra receptividad, conflictuando racionalidad con superstición, y mitigando la variedad e intensidad de nuestras experiencias de catarsis. ¿Cuántos espectadores se dispondrán a creer en el potencial de lo ritual, y no sólo en su valor estético o ficcional? La homogeneización de nuestras creencias nos obliga a sopesar si estamos dispuestos a que la representación de los mitos y misticismos de la otredad importe en la escena occidental y tengan influencia sobre ella.
Las salas que acogen la programación del Festival Africa Moment no solamente propician la irrupción física y discursiva de cuerpos periféricos en sus escenarios; también permiten que se realicen acontecimientos de sanación en los que las artes y los cuerpos de la diáspora africana sí son creadores de la contemporaneidad.
¿Y si creer conjuntamente en el potencial de lo ritual aseguraba la perennidad de lo que se crea en lo intangible del acto performativo
Adeline Flaun
Bona part de l’AFRICA MOMENT 2022 tindrà lloc al Mercat de les Flors del 2 al 8 de desembre
BIBLIOGRAFÍA:
Alejandro Carpentier, ‘El reino de este mundo’, 1949, Ediciones Albert A. Knopf
Aïda Colmenero Dïaz & Nora Chipaumire, ‘Bhuku. Cartografía del cuerpo animista y presencias negras africanas radicales. Proceso y práctica de la tecnología animista’, 2020
Ixiar Rozas Elizalde, “VOIC(e)SCAPES. Experiencias y potencias de la voz, el lenguaje y la tactilidad en la escena actual de la danza” (2011, Universidad del País Vasco):
LINKS DE INTERÉS:
Festival Africa Moment, página web:
Pina Bausch Fellowship for Dance and Choregraphy, página web:
https://fellowship.pinabausch.org/en/home
Aïda Colmenero, página web:
https://www.aidacolmenerodiaz.com/
Albert Khoza, ‘Influences of a closet chant’, teaser:
École des Sables, página web:
Trixie Munyama, Entrevista para el Teatro Nacional de Namibia “National Theatre of Namibia: Dance & Movement Workshop Series with Trixie Munyama”: