El coreógrafo y bailarín estadounidense ha fallecido a sus 85 años este 19 de febrero. Paxton, que estudió en Nueva York con Martha Graham, Robert Dunn, José Limón y Merce Cunningham, ha sido uno de los precursores de la danza contemporánea, siendo uno de los miembros fundadores del Judson Memorial Church de Nueva York. Su influencia ha numerosas generaciones de bailarines ha sido muy grande. En 1972 Steve Paxton creó la técnica de improvisación Contact Improvisation, que han utilizado muchos bailarines.
Creo que uno de los motivos que hicieron que me interesara por la danza fue el deseo de completar mi desarrollo motor. Porque tengo hambre de descubrir, completar y explorar. De hacer básicamente lo que los bebés hacen cuando empiezan a moverse. Hambre de saber más sobre qué es o qué puede ser el movimiento. Creo que, en una cultura que ha creado un entorno que exige la supresión física y sensorial para poder existir, mantener la búsqueda activa hace un servicio. […]
En esencia, la civilización urbana nos ha desconectado del movimiento y desarrollo sensorial que se producirían en un entorno natural. […]
El desuso de nuestro cuerpo es alarmante. La danza nos lo recuerda. La danza explora determinadas posibilidades físicas, la danza hace que nuestra atención vuelva a centrarse en la parte más básica de nuestra existencia, y el tiempo, el espacio y la gravedad se abren a la creatividad. A mí me parece que es un recordatorio de la naturaleza, nuestra naturaleza, y por eso nos resulta útil en nuestra inactividad física. Es un llamamiento para que los urbanitas dejen de lado su amodorramiento, un estímulo para los cuerpos acostumbrados a trabajar, una promesa para los niños que crecen. […]»
Steve Paxton