ARCHIVO DANZADO / ARCHIVO DE LA DANZA
El enfoque histórico de Olga de Soto (fragmentos)
Desde principios de los años 2000, gracias al trabajo de investigación en torno a El joven y la muerte, Olga de Soto distingue dos ejes en su trabajo: el primero, que incluye Éclats mats (2001) y la serie de «solos acompañados» reunidos bajo el título Incorporar lo que queda aquí adentro en mi corazón (2004-2009), se basa en la «memoria corporal» de los bailarines; el segundo, inaugurado con historia(s), se centra en la «historia de la danza» y solicita la «memoria perceptiva» del público.
De hecho, en el segundo eje, la memoria trabaja sobre un objeto finito, un acontecimiento lejano inscrito en el pasado, mientras que en el primero, opera sobre un material producido en un pasado inmediato o reciente, un material que aún no ha sido fijado. En el segundo eje, se trata de la huella movediza de un acontecimiento sedimentado, agregado a otros acontecimientos, que se trata de sacar a la luz y reavivar mediante el trabajo de verbalización, confiando la danza exclusivamente a las palabras. Aquí, a pesar de la existencia de un «subtexto» verbal, tanto el proceso de rememoración como la restitución de la memoria transitan exclusivamente a través del cuerpo. (…)
Igualmente, si desde el punto de vista del material tratado y desarrollado y, en cierta medida, desde el punto de vista del compromiso físico de los bailarines sobre el escenario, podemos distinguir qué piezas de Olga de Soto se inscriben en uno u otro eje, también hay que señalar que, en cuanto a la obra Incorporar… respecta, el proceso de investigación y de creación relativo a la memoria perceptiva también ha sido elaborado en «partes acumulativas» en la medida en que cada nuevo opus procede del anterior al tiempo que lo integra. (…)
Como bien ha señalado Isabelle Launay, «la memoria es ante todo un proyecto en el que se negocian y entrelazan los gestos del pasado, el presente y el futuro. No se trata de buscar una concordancia de tiempos y posturas, sino de tener en cuenta la discordancia de tiempos y corporeidades heterogéneas”.
Precisamente, una de las particularidades del inabarcable camino que Olga de Soto ha recorrido desde 2002 – quizá con más claridad desde el momento en que empezó a «seguir las huellas de La mesa verde» – radica en el enfoque y la postura adoptados, pues más allá de las obras-objetos o soportes de su reflexión sobre la memoria perceptiva del gesto danzado, es más bien el impacto de dichas obras, sus efectos, lo que le ha interesado. Pero aún más si cabe la articulación de dichos efectos con el(los) contexto(s) histórico(s) o cultural(es) de su recepción por parte los espectadores; de su transmisión y de su «incorporación», por los bailarines. A esto se añade el hecho de que en el transcurso de esa aventura la autora empieza a ser percibida y a definirse como investigadora además de artista. Y, en este caso, la recopilación de testimonios y su tratamiento (antes de su utilización en el contexto de una creación artística), es decir, la producción y la constitución de archivos, constituye una parte decisiva de su investigación.
Myriam Blœdé
Texto en versión y extensión original: https://journals.openedition.org/danse/2702
Myriam Blœdé, Archive dansée / Archive de la danse. La démarche historienne d’Olga de Soto, Recherches en danse 7 / Mémoires de l’œuvre en danse, 2019
Myriam Blœdé es especialista en artes escénicas, ingeniera en el Institut d’esthétique des arts contemporains (IDEAC) del CNRS / Centre national de la Recherche scientifique. Ha sido miembro del consejo de redacción de la revista «Cassandre»
DESBORDAMIENTOS DE ARCHIVOS (fragmentos)
Cuando otros coreógrafos deciden bailar una vez más una obra del pasado para inmortalizar su forma en una nueva interpretación, Olga de Soto subraya la fuerza del testimonio, estableciendo de este modo que el impacto de la vivencia dice más sobre la creación que su actualización contemporánea. Si bien es admitido y aceptado el retomar una obra coreográfica [del pasado] porque la transmisión del gesto es constitutiva de una memoria de la danza más visual que gráfica – pensemos, por ejemplo, en las versiones de Parades and Changes de Anna Halprin -, esta cuestión se plantea en otros términos en el dominio de la performance que hace del re-enactement una de sus mayores apuestas y problemáticas. El vídeo, la fotografía, el objeto, esta “cosa muerta” que conservan los museos como traza de la acción, que puede ser reactivada o no, forman parte de la memoria de la performance. (…)
Contar aquello que uno recuerda, aquello que uno ha vivido, con sus olvidos, con sus momentos de vacilación, de confusión y, a veces, el recuerdo vívido de un instante que cobra vida gracias al destello de una situación personal, eso es lo que está en el corazón de Débords / Reflexiones sobre La mesa verde. El título elegido por Olga de Soto afirma esos desbordamientos de fuentes, de archivos y todos aquellos momentos en los que la historia íntima y la historia colectiva se encuentran en los testimonios recogidos, eso que Christian Boltanski denomina de otra manera la pequeña y la gran memoria. (…)
historia(s), primer trabajo con archivos llevado a cabo en 2004 sobre El joven y la muerte, el legendario ballet de Roland Petit, interpretado por Jean Babilée y Nathalie Philippart en 1946, ya contaba con la puesta en marcha de la metodología que retomaría la coreógrafa unos años más tarde, en su relectura de La mesa verde: el deseo de intentar expresar a través de la narración, tan personal y fluctuante como sea, la memoria de un espectáculo y proponer otra interpretación. (…)
Si en el caso de historia(s) y de Débors / Reflexiones sobre La mesa verde, las palabras suplantan las imágenes de la coreografía original, Olga de Soto deja huella como coreógrafa al preferir hacer bailar las palabras ante nuestros ojos más que los gestos, como Chris Marker dejaba huella con su obra de cineasta al elegir el testimonio en plano fijo de un casco azul francés contando «su» experiencia de la guerra (Casco azul, 1995), en vez de mostrar imágenes de las fosas comunes de la guerra en la antigua Yugoslavia. De la misma manera, historia(s) y Débords / Reflexiones sobre La mesa verde, no sólo representan hitos en la constitución de una memoria de la danza y una alternativa a la manera en como se puede escribir la «historia de la danza», sino que estas dos obras tienen también la capacidad de no situarse en la historia, sino frente a la historia, es decir, en el devenir de los testigos necesarios del pasado.
Valérie Da Costa
Texto en versión y extensión original: https://www.olgadesoto.com/fr/debordements-archives-da-costa
Valérie da Costa, Débordements d’archives, Mouvement #69 (FR), Abril 2013
Valérie Da Costa es historiadora del arte, crítica de arte y curadora. Es profesora asociada de Historia del Arte Contemporáneo (siglos XX-XXI) en la Universidad de Estrasburgo. Sus investigaciones se centran en el arte italiano de la segunda mitad del siglo XX, sobre el que ha publicado numerosos artículos y libros, entre ellos Écrits de Lucio Fontana.
SOBRE UN HILO, TENSADO
Incorporar lo que queda aquí adentro en mi corazón concentra estados de creación que, uno tras otro, constituyen una serie que se despliega en una sola obra y cuya disposición cronológica de los nombres genera el título del conjunto.
Alimentándose en una memoria colectiva, intrínseca al grupo con el que trabaja, Olga de Soto nos invita a sumergirnos en un territorio donde la huella, esos huecos inscritos en los cuerpos, ocupa un lugar fundamental. Y ahí, la artista designa la esencia misma de su obra a través de un infatigable cuestionamiento sobre la intención del movimiento y el pensamiento que lo precede o acompaña.
Se trata de ocupar acciones comunes a todos nosotros para incorporar literalmente esos fluidos necesarios para la vida que son el aire y el agua, ya presentes en una partitura anterior (Éclats mats, 2001). Respirar, beber… A partir de esa nada invisible se teje una arquitectura frágil y efímera que evoluciona a lo largo de la obra en una aproximación primaria de los elementos y de los objetos, principalmente transparentes, que poco a poco se irán volviendo opacos. Sigue a continuación, a través de un vaivén constante entre las acciones en presente – para continuar la incorporación y así hacer evolucionar los elementos – y el trabajo a partir de la memoria de las experiencias anteriores, ese intangible que define una temporalidad en ocasiones contraída, otras veces dilatada.
En la tercera sección, el propósito se enfoca en el sentimiento, que permanece en el centro de la obra en una forma sensible, sostenida por los acompañantes a través de una inversión del espacio desplegado. La arquitectura invisible de la primera parte cede espacio progresivamente, reemplazada por una serie de acciones de recubrimiento, dando lugar a una forma visible por medio de la pintura, en una tensión que permanece palpable a lo largo de los 90 minutos que dura la obra.
Enormemente plástica, minimal y casi conceptual, Incorporar lo que queda aquí adentro en mi corazón nos invita a la introspección, a esa respiración contenida que inquieta a cada uno de nosotros, e ilustra de modo apasionante las palabras de Laurent Busine[1]: “Todo cuerpo, todo ser es potencialmente capaz de ser el motor de una explosión que puede alterar el universo cuando transforma y rompe los lazos físicos, sociales o culturales que lo encierran en una convención establecida o en una cárcel cerrada; entonces los cuerpos pueden echarse a volar y abstraerse de las leyes, incluso las de la gravedad.“
Pascale Viscardy
Texto en versión y extensión original: https://www.olgadesoto.com/fr/sur-un-fil-tendu-viscardy
Pascale Viscardy, Sur un fil, tendu, L’ART MÊME n° 36, 3er trimestre 2007
Pascale Viscardy es historiadora del arte (Instituto de Historia del Arte y Arqueología) y crítica de arte (AICA), directora de redacción de la revista L’ART MÊME de 1998 a 2016. Desde 2017, es responsable del Centro de Recursos del Departamento de Arte Contemporáneo de la Fédération Wallonie-Bruxelles (BE).
[1] Historiador del arte, comisario de exposiciones, director del MAC’s / Musée des Arts Contemporains du Grand-Hornu (BE) de 2002 a 2016.