LIDIA PUJOL

Con una trayectoria profesional fundamentada en la música tradicional yiddisch, medieval y popular, Lídia Pujol se dio a conocer formando dúo con la cantante Sílvia Comes, pero pocos años después continuó en solitario un camino que ha dado como resultado una experiencia poética y musical singular, Iter Luminis. Es una especie de “ceremonia de la luz” a través de la cual pone en relación historia, patrimonio y música en una serie de conciertos que exploran antiguas tradiciones musicales en espacios patrimoniales y con un vínculo directo con pequeños productores locales y comunidades humanas de cada etapa del itinerario. Hace unos meses, sin embargo, Ignasi Moreta, comisario del Año Raimon Panikkar que se celebra este 2018, la invitó a abrir la experiencia artística que ella había creado para resaltar la sabiduría y la espiritualidad de este pensador inclasificable. Él defendía en sus escritos que la «dicotomía fatal entre la materia y el espíritu», entre el conocimiento y el amor, entre ser y hacer y, especialmente, entre oriente y occidente, se encuentra en el origen de todo lo que nos deshumaniza y vacía la vida de su sentido más auténtico. Y es que Panikkar fue, precisamente, un apóstol del diálogo con las tradiciones y las civilizaciones no occidentales, los valores esenciales de las cuales no se cansaba de poner de manifiesto.