2005-2006
Un encuentro entre texto y movimiento sin edulcorantes. No apto para iniciados. Sesión infantil, sesión de domingo y sesión de madrugada. Sin concesiones: diálogos realistas y escenas fuertes y conceptuosas.
Una obra escrita a seis manos por Carles Hac Mor -postescritor paraparémico y pelpeliano-, Gerard Altaió -el Antipoeta- y Eduard Escoffet -uno que no hace libros.
Philip Astley, nacido en Newcastle en 1742, realiza en el barrio de Lambeth los primeros shows con caballos y sable haciendo de jinete. Alquila, posteriormente, el campo de Halfpenny Hatch. En 1770 traslada la compañía cerca del campo, en un solar por edificar. Nace así el circo moderno. En 1779 se convierte en un anfiteatro de madera, el Astley’s Royal Amphitheater of Arts. En 1782 adquiere un terreno en Francia, en el Faubourg du Temple, de París.
En 2006, dos personajes indiferenciados, sin mucho género y ninguna continuidad psicológica se cambian constantemente los papeles. Y no tienen, de papeles. Aire. Un tercer personaje, el Domadós, ejecuta funciones de luces, seguridad, hombre-anuncio y atrezzo. Texto. Un circo reescrito para hacerlo volar en compañía de abismo. Movimiento. La dramaturgia pasará por encima de los espectadores y dejará un charco de sacos por el suelo. Riesgo. Una estética no del arlequín de rombos pintados ni del pierrot de entre bambalinas, sino de los palominos epilépticos. Arena.